lunes, noviembre 27, 2006

Audiencias


Sin quererlo, casi, esperando la gloria de los triunfos de nuestros equipos en la Copa de Europa, me vi envuelto, gran pecado, impávido, en lo que por aquí llaman «telediario» (los antiguos lo llamaban «parte», término quizá más adecuado, como todo lo antiguo). Volveré a mi comentario particular: He estudiado periodismo y, debido a ello, mi indignación cada vez que contemplo uno de estos ejemplos modernos de manipulación va creciendo de día en día.
No citaré la cadena en cuestión (porque lo hacen todas, al menos en este caso). Hay constantes en cada cadena, pero también hay una especie de «norma de estilo» que cumplen todas las cadenas. Animado y divertido, seguí contemplando la correcta aplicación de la norma de estilo.

Las noticias en cuestión versaban acerca de una nueva droga de diseño cuyo titular (lo hacían «en colas», para que luego digan mis profesores que no aprendí nada, acertarían): Nueva droga más nociva que la heroína. ¡Toma ya! ¡Alarma social! Si es que estos jovenzuelos... ¡Cada día peor! El informativo en cuestión no mentía, todo hay que decirlo (o eso parecía, pero no importa la mentira o verdad, sino la forma que se le da a la información, son los nuevos tipos). Aportaban datos concluyentes sobre la nueva droga y la comparaban con las anteriores de diseño, incluso tomaban fotografías de algunos consumidores, comparando el antes y el después (en fin, quizá sea por otros motivos, pero no me meteré con esto).
Lo peor venía después, ya que, perfectamente hilado con un final de la noticia tipo «el 80% de los jóvenes reconocen haber consumido alguna sustancia considerada como droga» introducen una información sobre los jóvenes (el alcohol, en este caso). Conseguir imágenes del lamentable estado de algunos parques tras un fin de semana en una gran ciudad española no es complicado (lo reconozco, algunos son bastante «cochinos»). Bien, tenemos que los jóvenes, que consumen drogas en un 80% (obviamente, creeremos en la estadística, nos han educado así) y que beben como condenados a muerte... son peores que Belcebú en una convención republicana (más o menos será la conclusión que obtenga cualquiera que contemple semejante colección de tonterías (ahora lo llaman «Noticias»).
Sigamos con la colección de «verdades evidentes» (y aquí hay variaciones entre una y otra cadena). Según el medio pertenezca a un sector u otro, ponen antes o después la noticia sobre las reacciones de gobierno u oposición. Total que, fieles a la norma de «lo que cuenta es el final», plantan un comentario ridículo de uno de los contendientes con respecto al tema (poniendo «a caldo» a la otra parte), para seguir con la conclusión de la parte (gobierno u oposición a la que quieren apoyar).

Este simple hecho, que pudiera parecer estúpido, marca la norma de lo que es la información actual: política basura. No, ya no hablamos de la diferencia filosófica entre una tendencia u otra (podríamos incluso hablar de Platón). Venden la idea de que la noticia ha de ser asequible a todos, por lo que, considerando al espectador (o lector) medio un idiota integral, simplifican los términos para que «llegue a todos». La noticia en cuestión se queda a medias. No mienten, no, sólo cuentan una parte de la verdad.
Lo peor de la cosa es la propia estructura, la manipulación inherente en el hecho de la organización estructural de un noticiario. Esto no es nuevo, señores, y podríamos compararlo con el «montaje de atracciones» de Eisenstein (mientras no acudía a clase me dedicaba a leer cosas como ésta, bastante más útiles): Dos imágenes consecutivas producen un efecto en el espectador, una especie de metáfora fílmica. Un ejemplo nos aclarará la situación: Un plano del diablo devorando a un recién nacido seguido de la imagen de un policía nos dará como emoción o conclusión que «los policías son peores que el diablo, hay que temerles».
Esta teoría del montaje resulta muy aplicable en estos tiempos. Si hilamos las noticias una u otra manera la conclusión global que el espectador obtenga de un tema de actualidad será totalmente diferente de la que obtengamos de una estructura diferente. La manipulación ya no consiste en la mentira, es ahora mucho más compleja. Se habla de un medio plural, sin mentiras ni adjetivos (en parte, viene a ser cierto), pero la manipulación ya no proviene de la desinformación, sino del adjetivo que deviene de la propia estructura.
Quizá esté equivocado, amigos, pero en seis años de periodismo sólo una asignatura sirvió para decir, un poco, la verdad: Opinión Pública. En esta asignatura (creo que era de cuarto, al menos en mi plan), hacían una revisión histórica de la manipulación de los medios de comunicación a lo largo de la historia.
Sí, señores,la prensa está controlada por grandes grupos que, bajo intereses económicos, tiñen la verdadera política de plutocracia y nos envuelven en una guerra que no nos importa (o no debería). No, nuestros hijos no son unos drogadictos que se matan a consumir alcohol los fines de semana, no... Les recomiendo que salgan a la calle y hagan ustedes mismos las estadísticas, que se topen con jóvenes y vean si este 80% del que hablan las encuestas es real. No, que no nos asusten con números, no nos dejemos amedrentar por esta política del miedo que parece imperar en los noticiarios. No nos van a atracar cuando salimos a comprar el pan (ahora la han tomado con los ucranianos y los del este), si nos encontramos a un joven no va a echar espuma por la boca para conseguir su dosis, no...
Tal vez quieran lograr con esto adocenarnos, hacernos confiar en un sistema que, lejos de buscar el interés de un pueblo, está detrás del interés económico de unos pocos que controlan los medios. Es la política del miedo... Como ya sucedería en los EE.UU. (si es que copiamos todo lo malo) nos asustan constantemente y nos hacen temer una amenaza que, en realidad, no existe. No, la amenaza de verdad está en unos hombres que emplean cruelmente unos medios de comunicación para usarlos en su beneficio, para crear una cortina de humo, para evitar la crítica hacia el que debe ser el verdadero enemigo. Pagaremos nuestros impuestos porque nos hacen ver que es la única manera de luchar contra este mal que son las drogas, el sexo y rock... Sí, la juventud está corrompida y hay que cambiarlo todo, poner uniformes y teñir de negro los sueños de una juventud que ha nacido sin esperanzas.
Temer, a todo, a lo distinto y a lo desconocido, a lo vulgar y lo excéntrico, a lo maravilloso o a lo sublime. Todos debemos entender, es una cultura para todos y por todos.

Sí, todo esto es mucho mejor que darnos la oportunidad de pensar, de luchar, de imaginar.

11 comentarios:

Anónimo dijo...

Mi querido Sr.Cid,
Disculpe si me permito, aún admitiendo que no es en absoluto mi campo, decirle... "¿y se sorprende usted?".
¿No cree usted que desde que éramos primates hasta ahora (que lo seguimos siendo pero solo en la intimidad) que el objetivo final de cualquier interacción a cualquier nivel es la manipulación?
Hablamos, gesticulamos, escribimos, pintamos, componemos.... movidos por la necesidad/deseo de obtener algo ( reacción, idea, cosa,persona) o de transmitir algo. Siempre "algo" pero nunca "algo" genérico sino preestablecido, lo que nos impulsa a hablar, gesticular,escribir, pintar y componer de un cierto modo y no de otro.
De nuevo le pido disculpas....Usted por qué escribe? (entiendo..más allá de esa esfera más intima y de esa imperiosa y febril exigencia vital que le implusa a plasmar por escrito ideas o sensaciónes....) puedo suponer que no lo hace para llegar a fin de mes, más bien creo que lo hace porque piensa tener algo que decir y quiere transmitir ese "algo".....lo que en absoluto NO quiere es que yo, lector del ciber espacio, interprete su "algo" a mi manera, quiere que me lo lea y que le diga... "Vaya, que acertado este blogg.....". Me imagino que cada vez que lee un comentario, su Ego no saca del armario su mejor traje, (ese que normalmente huele a naftalina), apuesto que sólo lo hace cuando se trata de "Odas" a su labor.
Si comunicar fuera "puro" y Usted no persiguiera "escabrosos" fines, debería vestir a su Ego con el Frac más a menudo (resolviendo lo del olor a naftalina) cada vez que sus artículos son capaces de generar reacciones (todo un logro hoy en dia), y no debería, como pretenciosa y profanamente estoy suponiendo que sucede,desnudarse a conveniencia.
Termino ya, que me he alargado mucho y aquí la estrella es usted, Manipulados?,si, siempre, todos, todos los dias, constantemente, Manipuladores? también, en casa, en el trabajo, los amigos, el periodico, la tele, los libros........
Lo grave no es que nos manipulen sino no aceptar el estar siéndolo.

Martín Cid dijo...

Buenas noches (en mi caso), bruja mala. De mala, me permito decir, no tiene usted nada (al menos en lo que a estilo se refiere).
Agradezco sus comentarios, desde luego. Con respecto al tema del frac... teniendo en cuenta mi soberana talla me temo que no me sentaría nada bien, así que prefiero que me tiren alguna que otra piedra.
También querría decir que este terreno me divierte, nada más. Tenía pensado escribir algo de Kropotkin (suena bien hasta el nombre) pero me decidí por esto. De todas maneras, tampoco me tiran tantas piedras (salvo las suyas, que son sutiles, pero bienvenidas y con estilo).

Desde luego, parece usted, sea hombre o mujer (la tomaremos como mujer debido al sobrenombre) una persona liberada y culta, lo que la coloca en un segmento poblacional elevado (si me permite guiarme por mis a veces equívocas impresiones). Esto, desde luego, no quiere decir que el conjunto de la población lo sea (ni las personas que pululan por estos lares). Por ello, llamar la atención sobre los medios de comunicación, que parecen erigirse en el centro de verdad absoluta en nuestros días, no me parece, ni mucho menos, desaconsejado ni que sea algo que todos conocen.

Creo también que su postura podría llevar a engaño, convirtiéndose en un "arma de doble filo". Hace tiempo me dijo un amigo, hablando de el "Ulises" (el de mi querido y encumbrado Joyce) que la obra sólo tenía influencia en el campo de la literatura, que era una "masturbación mental", por lo que era inútil. Quizá si, como parece ser norma hoy en día, toda manifestación artística tiende a hacer una visión de una realidad (lo que le lleva inevitablemente al tema político), otras obras quedan inválidas, y ya sólo vale aquello que tiene un "bien social" (o lo que han venido en llamar "bien social").

Si algo he defendido (y creo haberlo hecho) es precisamente este tipo de cultura que no aporta nada desde un punto de vista social. No creo en una literatura tipo Victor Hugo (que me encanta a nivel plástico) y ni mucho menos en Orwell... Me gustan autores como Joyce porque crea una realidad distinta, alejada del caracter social del individuo (aunque tiene ciertos tintes sociales, no creo que sea su tema fundamental).
Son estos temas los que, a mi parecer, hacen al individuo un poco más libre, un poco más humano, por eso son estos los temas universales (amor, muerte) y nunca los temas sociales (empleados tantas veces a modo de aderezo para la empresa cultural).

Con esto no quiero negar su postura, que desde luego es muy coherente, sino matizar mi punto de vista. Una obra (en este caso, la literaria, para valernos de un ejemplo cercano) no es manipulación sino interacción entre lector-escritor. El escritor le guía y el lector toma las conclusiones. Me he sorprendido varias veces con comentarios de personas que tienen una visión totalmente diferente de algún texto mío. Sin ser esa la intención, lo han enriquecido. Creo que en ello (existiendo manipulación) no existe ánimo de lucro, así (al menos) no terminaré en la cárcel.
Lo que me persigo es que el lector, con algunas de mis frases, con sus propios pensamientos, sea, cada día, un poco más libre. Desde luego, pretencioso.

Muchas gracias por sus comentarios y me encanta leerle. Reciba un cordial saludo.

Anónimo dijo...

He leído algo de tu página, Martín, y tienes textos muy buenos. No, no exactamente buenos. Son otra cosa. Esa cosa que da un poco de miedo. No esperes gustar a nadie en los próximos cien años ;-)
Las grandes obras se hacen a costa de eso. Aunque escuezan. Lejos de academias, enciclopedias y wikilomismo. Incluso, lejos de Internet. Suerte :-)

Martín Cid dijo...

¡Qué cosas que me dicen últimamente! Te agradezco tus comentarios, lector anónimo (si me dejáis los nombres... mejor, así os podría decir eso de "muchas gracias, Pepe").
De todas maneras... Es un poco descorazonador, cien años son muchos años. Además, no sé, hay mucha gente rara por el mundo (como el que ahora te escribe) y quizá le guste a alguien, nunca se sabe.
En lo que respecta a lo de las grandes obras... creo que tienes razón (me refiero, por supuesto, a las que otros han escrito, no a las mías). Me gustaría ser un poco más positivo con respecto al tema, pero me temo que, en bastante, estoy de acuerdo contigo.

Muchas gracias por leerme y recibe un cordial saludo.

Anónimo dijo...

No tan anónimo, vaya... Soy amiga de tu amigo Marco, que fue quien me pasó la dirección de tu web poque creyó que me interesaría (y no se equivocó). Pero aún no he leído apenas nada, así que poco más te puedo comentar.
Bah, tampoco hace falta leer tanto, muchas veces. En pocas letras, uno ve :-)
¡Gracias a ti!

Martín Cid dijo...

Pues encantado de leerte, amiga de mi amigo Marco (largo y efectivo). ¡Y yo que creía que me leían desde Jerusalén hasta los confines de Siberia!
Un saludo para Marco (a ver si se alisa el cabello, que estaría realmente arrebatador) y otro para ti.
Ahora tendré que superar la depresión profunda que tendré tras leer eso de que no voy a gustar a nadie en cien años (ya van treinta).
Mil veces encantado y gracias por los comentarios.

Anónimo dijo...

Bueno, quizás no se trate de gustar (fui ligera al decirlo así). Se trata de que la obra rasgue al leerla como rasgó al escribir. Bah, pero eso lo sabían hasta Zaratustra y el padre que lo parió :-)))

Anónimo dijo...

Hola a todos (incluida "la bruja mala"... qué nick más morboso..).

Sólo escribo para saludar a Martín Cid y a todos los que leen este block.

Y también para "certificar" mi amistad con esa "usuaria anónima". Hechas las presentaciones oficiales (Concha-Martín, Martín-Concha) me despido hasta otra.

y me alegro de que haya sido un acierto por mi parte pasarle a Concha estas direcciones.

Marco Macias

PD: actualmente llevo el pelo corto, no alisado, pero tan corto que no se ven los rizos. :)

Martín Cid dijo...

¡Hombre, Marco! Me alegro de leerte. Aunque he de decir una cosa muy muy mala: Eso del pelo corto... Muy mal, tus bucles al viento eran una artística inspiración para este mi maltrecho corazón.
Nada, gracias por traerme lectores/as. Espero que os guste, aunque esta sección tampoco es que la tenga muy cuidada. De todas maneras, voy a cambiar toda la página y hacerla medianamente bien, con bases de datos y esas cosas tan chulas que a todos emocionan.
Sin más, recibid (ambos) un cordial saludo.
P.S: La bruja mala, caperucita, el lobo feroz (cuyos nicks se parecen sospechosamente)... ¡me dan una caña terrible!
Saludos.

Anónimo dijo...

Buenas tardes, Sr. Cid y compañía,

Me asumo plenamente la responsabilidad del lobo y de la bruja pero con caperucita, creedme, no tengo absolutamente nada que ver. Coincidiréis conmigo en que, como personaje, no es que sea el máximo, (tan mona y tan cursi ella, trotando cestita al viento por el bosque ajena a los peligros de este mundo cruel). Mucho más interesantes son, a mi entender, el lobo (travestirse con camisón de franela y gorrito para devorar inocentes niñas núbiles no es cosa de muchos, la verdad) y mi terrible bruja mala malísima ( Sr. Macías, yo virginal e intimista, buscando el infante que todos llevamos dentro y usted con esto del Morbo, … dónde vamos a ir a parar).

Prometo Sr. Cid, que en cuanto las pequeñas perlas de la vida moderna (procurarme el sustento cotidiano en este cubículo, buscar un techo que pueda caer sobre mi cabeza y demás placeres que prefiero dejar en puntos suspensivos…) me dejen espacio mental para ello, le contestarle como su Ego, seguramente, merece.

Sin más (y permítame citarle) cómo todos los malos que se precian de serlo, me quedo con la chica (hola, Concha, que tal?) y amenazo con regresar.

Martín Cid dijo...

Buenas de nuevo, bruja mala (y heterónimo). Disculpe mi confusión. De todas maneras, lo de Caperucita, particularmente, tiene su morbo (que nadie lo niegue, quizá encierre en su aparente timidez la ferocidad).
Y en lo que respecta al ego... me temo que soy modesto (como Julio César, lo menos). En todo caso, quisiera agradecerle los comentarios y la asiduidad. No me importa que se me critique un poco (en todo caso, sólo a mis escritos, si se meten con mis abdominales y mi perfil griego ya me cabreo).
Les saludo de nuevo y les agradezco sus comentarios y lecturas.