martes, diciembre 15, 2009

Yo fumo, Yo acuso

Yo fumo, Yo acuso

"En cuanto vuelva la paz suprimiré el tabaco. Podemos hacer mejor empleo de nuestras divisas que destinándolas a la importación de veneno. Empezaré la reeducación por los jóvenes. Les diré: "no sigáis el ejemplo de los viejos." (Adolf Hitler)

Mi nombre es Martín Cid y es ésta una carta abierta a todas aquellas personas que, como yo, somos fumadores conscientes y no criminales, a todos aquéllos que pecamos cada día al inhalar humo en contra de los designios de nuestro buen Führer, llámese éste Adolf o José Luis.

Ésta es una carta también para la ministra española de Sanidad, Trinidad Jiménez, quien viene a aleccionarnos sobre nuestros gustos y sobre nuestra vida privada.

Al menos, señora ministra, prefiero decidir yo mismo en mis asuntos y opiniones y en las cuestiones que sólo a mí me atañen, sea gordo, calvo, hermafrodita, homosexual o, Marx no lo quiera, de derechas.

"En la medida en que consigamos consenso político, conseguiremos consenso social". (Trinidad Jiménez, Ministra de Sanidad)

Consenso (definición de la Real Academia): Acuerdo producido por consentimiento entre todos los miembros de un grupo o entre varios grupos.

La señora ministra pone claramente por encima del interés ciudadano el interés político, atreviéndose a decir tácitamente que los ciudadanos acatarán las órdenes que vengan impuestas por el Gobierno sin rechistar, porque para eso los han votado.

Eso en otros tiempos a esto se le llamaba fascismo.

Pero éstos son tiempos demócratas.

El hombre que no permitía a los soldados fumar en los búnkeres se llamaba Adolf Hitler y, según dicen los entendidos, fue el causante del genocidio judío y de las medidas más fascistas que ha conocido hasta ahora la historia reciente. Su partido, el nacional-socialista, ganó las elecciones democráticamente como el partido regido por José Luis Rodríguez Zapatero ganó democráticamente las elecciones. Ambos eran socialistas y, como dicen hacen los buenos hombres, pretendieron y pretenden decirnos qué y cómo debemos comportarnos, negando las más elementales libertades individuales.

Los dos, José Luis y Adolf, Adolf y José Luis, estaban en contra del tabaco y del pensamiento libre.

"Estamos culturalmente preparados para adoptarlo ya, y estamos en esa fase final de la negociación" (Trinidad Jiménez)

Dice la ministra de sanidad que el tabaco cuesta a las arcas públicas millones de euros. En la Alemania nazi dijeron lo mismo, y sólo la derrota evitó que los fumadores no mereciesen los mismos cuidados médicos que los no fumadores. También el primer ministro británico, Tony Blair, era partidario de tomar semejantes medidas.

Y es que, como bien dicen desde el Gobierno, estas medidas vienen de Europa (y me temo que la Alemania nazi también estaba en Europa).

"En 1942 la Federación de Mujeres Alemanas (BDM) lanzó una campaña contra el consumo de tabaco y alcohol." (Un Siglo de Cenizas. Editorial Akrón. Autor: Martín Cid)

Se llame ahora Federación de Mujeres Alemanas o Ministras de Zapatero parece que ambas deciden por nosotros sobre nuestras libertades individuales. La diferencia es que el mundo condenó un régimen nazi que pretendía imponer costumbres y modos de vida y hoy en día la mal llamada democracia socialista impone costumbres y modos de vida sin tener en cuenta la opinión o costumbres del ciudadano.

El problema, amigos míos, es que la supuesta crisis económica viene marcada precisamente del cambio radical y las nuevas políticas sociales que se han impuesto en Europa en los últimos años. ¿No es acaso una crisis destrozar a impuestos a los ciudadanos arguyendo pueriles argumentos que no hacen sino tapar la mala gestión de los gobiernos? Con la nueva prohibición del tabaco en lugares cerrados los bares verán reducido el número de clientes de manera sobresaliente y no podrán hacer frente a los fuertes impuestos de los ayuntamientos. Cientos de familias que sobreviven de la hostelería tendrán que cerrar sus negocios. Eso sí, lo harán más sanos porque nuestra señora ministra cuida de nuestra salud. ¿Hablo en nombre de ellos si digo: muchas gracias por cuidar de nosotros, señora ministra? Creo que no, pero una familia que se queda sin trabajo no tiene ganas de ironías.

El mundo goza ahora de buena salud gracias a los nuevos planes económicos que tratan de crear una nueva economía basada en salarios mínimos y trabajos rápidos. De esta manera, dicen, las empresas reducen sus costes y pueden pagar más impuestos y así todos contentos (sobre todo ellos). La realidad es que la política económica es terrible para el pequeño empresario y apenas deja margen ni beneficios. Como mileuristas sobreviven y como milesuristas pagan impuestos y como mileuristas son tratados, sin posibilidad de decidir por sí mismos sobre gustos o tendencias.

Como criminales sin derechos.

Un criminal es alguien que pierde parcialmente sus derechos debido a una falta. Fumar, señora ministra, no es un crimen ni un delito, ni siquiera una falta. "Estamos culturalmente preparados para adoptarlo ya, y estamos en esa fase final de la negociación", dice la ministra. ¿Negociación? Me temo que nadie ha hablado con los fumadores que, vuelvo a temer, son los que realmente van a sufrir esta ley.

¿Recuerdan el escándalo de Mónica Lewisky? Una cortina de humo. ¿La ley del tabaco o la "gloriosa" "semana del maltrato" con la que nos maltrataron hace no demasiado? Una cortina de humo para encubrir una gestión desafortunada... ¿desastrosa? Cuando un ciudadano comete una falta: cárcel. Cuando el Gobierno comete una torpeza tras otra, toma las riendas y hace pagar a los ciudadanos por las faltas que ellos mismos han cometido, engañando vilmente al pueblo que lo ha votado e insultándolo sin pudor alguno tachándolo de "pobre equivocado" criminal.

Es el precio del voto.

Y el desprecio de nuestro voto para este Gobierno.

Y soy mayor de edad para votar y para decidir por mí mismo sobre mis aficiones o daños, sobre mi conciencia y, sobre todo, sobre mi cultura.

Desde aquí, amigos, hago un llamamiento a los que no están de acuerdo con Hitler o Zapatero y a los que no quieren ver su vida reducida al cumplimiento absurdo de unas normas impuestas para su propio beneficio, también a los que no quieren caer en el eterno error de la pluralidad que criminaliza la individualidad y a los que han leído una encuesta que dice algo que, todos lo sabemos, no es verdad.

Y las encuestas dicen que el Gobierno cuenta con el apoyo del ciudadano.

Y mi sentido común dice: mentira.

¿Y el tuyo? Desde éste mi pequeño púlpito os pido voz que no voto, y no una voz para mí ni para los fumadores, pido que vuestra voz se escuche contra un sistema basado en la mentira de las respuestas, en la mentira de una crisis impulsada desde los propios gobiernos para crear ciudadanos aún más sumisos porque sólo cuando el hombre ha de preocuparse por la subsistencia más inmediata deja de ser hombre.

Se erradicó el esclavismo en Inglaterra porque, por desgracia, el precio de los esclavos era tan alto que era mejor declararlos libres y pagarles un salario mísero.

Los socialistas de antaño pedían un salario digno para vivir.

Los socialistas de hoy en día calculan la dignidad del español en setecientos euros.

Y me avergüenza vivir en esta España socialista e injusta.

Pero nunca me avergonzaré de ser español.

¿Dignidad? Respetar la vida privada es dignidad. Cuando el Estado interviene en la vida privada es un delito que recae en el propio ciudadano con una nueva prohibición: la imposibilidad tácita de alzar la voz. No importa si somos o no fumadores, a todos nos va a tocar porque una política que interviene en la vida privada es siempre malsana y dictatorial, sea o no el dictador elegido democráticamente.

No lo olvidemos, no hubo en La Tierra ser más perfecto que el Führer y aquí tenemos sus consejos:

"Hermano nacional socialista, ¿sabes que tu 'Führer' está en contra del hábito de fumar? Piensa que un alemán debe ser siempre responsable y no tiene por tanto el derecho de dañar su cuerpo con drogas" (Propaganda Nazi. 1945)

Hay cosas que nunca cambian, hermanos socialistas.

En contra del hábito de fumar o no, que sea yo quién decida dejar o no de fumar, no una ministra en nombre de un Führer que, reconozcámoslo, ha perdido ya la guerra.

Martín Cid, fumador (15.12.2009)

Únete al grupo en facebook contra la ley del tabaco: http://www.facebook.com/home.php?filter=app_2361831622#/group.php?gid=228038091762&ref=nf

lunes, octubre 05, 2009

Valladolid, Lyon D'Or


Ayer sábado, Valladolid.
Conocí a Isadora Sartosa hace unos dos años con motivo de una exposición de pintura. He de reconocer que poco o nada entiendo sobre pintura, pero sí sobre lo que viene después de una buena exposición (y después de una mala también): fue una buena noche entre vino y (claro está) copas varias.
Isadora habló con Isabel del Río sobre pintura y pintores y, casualidades del destino, allí estaba también un hombre bastante interesante llamado Ignacio Zara.
Fue él quien me inició y sería él quien nos propusiese la idea. Aquella misma noche me habló del manuscrito y, a la mañana siguiente, decidí buscar información: la Chimère, poeta francés desconocido pero con cierto reducido eco en su tiempo.
Ayer, en el Lyon d’Or realizamos nuestra primera tertulia sobre el poeta… digamos que fue más bien una conferencia de Ignacio Zara.
Les hablaré un poco de Ignacio: es un hombre mayor pero joven de espíritu, con esa inquietud que nunca abandona a ciertas personas de edad que, sin embargo, aún continúan pareciendo jóvenes. Ignacio fue una vez periodista… ¡Qué placer escucharle hablar de aquellos tiempos perdidos y de las diferencias entre los tiempos que él vivió y lo relatado en los libros de historia! Ignacio sonríe y escucha, algo muy difícil de encontrar en estos tiempos. Ignacio es caballero español y caballero internacional, preguntando e interesándose por todas y cada una de las palabras de los interlocutores. Ignacio gusta del modernismo y de la poesía francesa de principios de siglo. Gran exégeta, tiene varios libros que –dice- nunca publicará.
Creo que estoy convenciéndole de lo contrario.
Su última gran locura: dar a conocer al mundo al gran poeta que nadie conoce: Guillerme “la Chimère” Pradel.

Isadora Sartosa… ¿qué decir de una mujer de mundo que ha vivido más allá de los sueños? Isadora tiene ascendencia italiana pero ama España desde lo más profundo de su ser. Conoce a los pintores (y pintoras, tema que agrada en gran medida a Isabel del Río) y conoce sus vidas y costumbres y técnicas más allá de las notas en un libro de texto malsonante. Isadora está siempre dispuesta a reír y hacer una broma e, incluso, soporta las mías. Isadora es culta hasta asustar pero nunca asusta porque relata y cuenta y narra sus experiencias desde lo más profundo de su ser.
Cuando Isadora, que también habla francés, recibió el manuscrito, se quedó entusiasmada.

Isabel del Río fue el tercer miembro de nuestro grupo aquella noche de sábado. Estudió historia y su gran pasión es el Arte (ella dice que lo escriba con mayúsculas, que si no me pega). Disfruta hablando de arte (sé que no pasaré de esta noche) y de literatura.
Poco hablaré más de ella para no hacerla enrojecer: es el alma de la revista Yareah que dirige a mi lado.

Y por último, yo: Martín Cid. Poco puedo decir del fumador de pipa.

Ayer, entre humo y whiskey y vino tinto Ribera del Duero (tengo que decir que la calidad del vino servido en el local es sobresaliente) pusimos en palabras la idea que nos rondaba a todos en mente desde hacía ya más de un año, la idea de Ignacio Zara y la que considera “la aportación principal de su vida”: dar a conocer “la Chimère” al mundo.
Leímos algunos de sus poemas y yo mismo, con mi desastrosa pronunciación, puse mi grano de arena a la obra de Ignacio. ¿Bebimos demasiado? Nunca se bebe demasiado cuando se está entre amigos, nunca se disfruta más de la bebida y nunca las risas son más pronunciadas y sinceras.
Ayer dejé Valladolid con la sensación de un gran proyecto, anoche dejé Valladolid sintiendo que algo de mi alma quedaba en aquella ciudad.
Ahora nos queda trabajar en nuestro proyecto, el que el mismo Ignacio Zara llamó “Proyecto Quimera”.
Yo mismo me atreveré a revisar alguna de las traducciones realizadas por Ignacio y supervisadas por Isadora.
El “Proyecto Quimera” está en marcha lleno de ilusión y pleno del espíritu de antaño, del aliento que insufló a los poetas de vanguardia y que una noche nos deleitó con el sabor de antaño, de los pioneros, de los de siempre.
Desde aquí, y unidos por siempre, sentí cómo “la Chimère” se sentaba a mi lado, fumando un cigarrillo y dialogando, despacio con cuatro seres en un café de la centenaria Valladolid.

domingo, septiembre 20, 2009

Presentación del libro "Huida del Espacio Virtual", de

POESÍAS DE GEORGE ROCA

Intervienen:

HORIA BARNA, DIR. ICR MADRID

MARTÍN CID, DIR. REVISTA YAREAH

Sábado, el 26 de septiembre, a las 20.00 h

Video de presentación de "Un Siglo de Cenizas"

Preseentación en Junio del libro de Martín Cid "Un Siglo de Cenizas", publicado por editorial Akrón.
Intervienen:
Juan Manuel Valdueza, escritor y editor de Akrón
Juan Ignacio Guglieri, catedrático en lenguas clásicas
Héctor Martínez Sanz, profesor
Martín Cid, escritor y autor de la novela

Parte I


Parte II

miércoles, mayo 20, 2009

Presentación del libro "Un Siglo de Cenizas"

Editorial Akrón les invita el próximo día 2 de Junio a la presentación del libro “Un Siglo de Cenizas”.

Intervienen:

Juan Ignacio Guglieri, catedrático de lenguas clásicas y escritor.
Héctor Martínez Sanz, filósofo y escritor.
Juan Manuel Valdueza, editor del libro.
Martín Cid, autor del libro.

Lugar: Madrid. Café Libertad. CalleLibertad 8 (junto al metro Sevilla).
Fecha: 2 de junio.
Hora: 19.30

sábado, mayo 16, 2009

JOYCE, caminando entre gigantes


“Joyce será, sólo y siempre, la esencia de la literatura”
Entre cantos de sirena y mitos y caos y lenguaje y crítica feroz y amable y tenue y viscosa y un lobo que se tiñe sanguinario entre un océano de espuma y palabras. Ulises revolotea entre retruécanos y burlas feroces no sólo al sistema aristotélico-tomista (ya ha comenzado en un primer estadio del particular laberinto del Dedalus joyceiano), sino al canon literario imperante en esa yaciente Europa. Guillermo de Baskerville es a Leopold Bloom lo que Dedalus a Azso de Melk.

El lenguaje y la sátira, como en el propio Quijote, son las armas del autor. Joyce es vulgar y esteta, irlandés sin patria y suizo sin bandera, europeo traicionado por la política con la que siempre se negó a tratar. Guarda en su gabán una vieja patata símbolo de lo que está por llegar, de lo que ha imaginado el ebrio Earwicker. “Here comes everybody”, ya lo antecedía el que un día soñó ser poeta. El Liffey nada en sueños y meses crueles, lo dijo un tal Elliot. El sueño que Penélope no se atreve a vivir fluye y se desvanece sereno en aquella noche del 26 de junio en la que un irlandés conoció a su Anna Livia.
¿Un libro para tener entretenidos cien años a los críticos? Otra “bella mentira” más, una queda aún por decir. Fluyen versos y manan dioses convertidos en mendigos y prostitutas a través del sueño de un libro que son mil y mil que son uno y tres.
Joyce es la ballena blanca que soñamos atrapar y se escapa entre los dedos del canon perdido. Allá vuelve y se aleja y se refleja.
-Sólo una mentira –dijo el sátiro.
Joyce es y será, antes y nunca, la esencia de eso que algunos llaman literatura y que constantemente se esconde tras una narración en su infierno opaco. En un siglo que bebe de las fuentes del caos ahí surge la figura macilenta del que quiso reinar y convirtió una sátira en Historia y sus palabras en las del sabio payaso que da forma a la historia para ser deformada.
Ya sea Bloom o Dedalus o Earwicker, el héroe es ahora un Quasimodo anciano de siglos y cultura y libros y versos y, cansado, recuerda loco que un día estuvo sereno y sobrio y cuerdo, antes de llegar al infierno, mucho antes de pronunciar la palabra que da forma al texto: literatura, sólo literatura… latina y griega y trágica e irónica y sucia y sublime y torcida y sentida y escapada… porque los mejores sueños son los que olvidamos, porque esa melodía que un día escuchamos volverá como la magdalena del francés y los cabellos que se arrastran en un mar de dudas y lamentos y niebla y miedo y palabras y furia.
Ulises es un océano de cultura que se refleja y se gira y da la vuelta; Finnegans’ wake un universo que se mira y vuelve a soñarse en la mente del pervertido. Bloom es Ahab cansado, su viaje ha concluido y Penélope no es más que una prostituta fiel a sus deseos. Dedalus aún lucha contra las palabras y aún resiste con su pierna de madera en la que lleva escritos versos: “A mitad del camino de la vida, en una selva oscura me encontraba porque mi ruta había extraviado”. La senda le llevará a través de un viaje que durará mil siglos, hacia atrás y envuelto en seda hasta encontrarse con su propia piel. Quiere rasgarla y más allá se encuentra con Virgilio transmutado en anciano judío. El viaje está a punto de terminar con mi duermevela eterna, ésa en la que siempre digo sí y en la que ella ha olvidado mi nombre porque son todos sus sueños y son todas mis esperanzas y pieles y palabras… y ella son todas las que han existido y sus cabellos guardan los secretos de las mil almas que nacieron ya encerradas en las palabras del tiempo y la miel y el caos que vuelve desde ese hombre que ya no soy porque anoche me soñé en Ulises.
He despertado muerto, enterrado en un libro que son mil y mil que son uno y tres.

lunes, marzo 09, 2009

Jorge Luis Borges


El místico abrió un libro en una pequeña sala en una biblioteca eterna.
Fue precisamente uno de los últimos personajes borgeianos, Jaromir Hladík, quien, a punto de ser fusilado, logra detener la bala por tanto tiempo como necesita para corregir mentalmente su obra literaria.

La cábala es un método de aproximación a la realidad por medio de La Palabra y sus 22 símbolos mágicos.
Fue precisamente el autor argentino uno de los pocos capaces de detener ese tiempo en una obra literaria, el justo para corregir su epitafio en una tumba fingida:

Jorge Francisco Isidoro Luis Borges (Buenos Aires, 24 del 8 de 1899 - Ginebra, 14 del 6 de 1986.
El árbol cabalístico posee 10 sefirot y 22 senderos y 4 mundos.
No hay tiempo en la obra de Borges, sólo las palabras que repican en el rumor de los siglos detenidos.
Como no hay tiempo en la obra cabalística, sólo las palabras que repican en el rumor de los dioses sin rostro.
22 + punto + coma + espacio = 25 símbolos ortográficos en la Biblioteca de Babel.
Y llamó Pitágoras Matemática al cielo que todo lo contempla y todo lo ve y todas las lenguas habla.
Y llamó Dios Babel al lugar en el que todas las lenguas se confundieron.
Y llamó Borges Jaromir Hladík a un bibliotecario de salas hexagonales y muertas y frías y matemáticas que contiene exactamente veinticinco elevado a la un millón trescientos doce mil libros de veinticinco símbolos.
A cada letra hebrea se le hace corresponder un número.
La gematría es el aspecto de la cábala dedicado a investigar las relaciones existentes entre las palabras del mismo valor numérico.

Y dijo alguien: que cada sala sea un hexágono y cada hexágono contenga 640 libros:
6 + 4 + 0 = 10 = 1. Uno es considerado por los cabalistas el número de Dios.
Dicen los rabinos que Dios miró la Torah antes de crear el mundo.
Porque no hay azar en el libro del que todos los libros nacieron.
Porque no hay azar en el libro que todas las palabras contiene.
Porque cada sala contiene 640 libros.
Nacimiento de Borges: 24 del 8 de 1899. 2 + 4 + 8 + 1 + 8 + 9 +9 = 41
Muerte de Borges: 14 del 6 de 1986. 1 + 4 + 6 + 1 + 9 + 8 + 6 = 35
41 + 35 = 76 = 7+6=13
“Dios es uno” se resume en la repetición de la palabra ejat, "uno" ya que su valor gemátrico es: 1 + 8 + 4 = 13
2x13 = 26 = IHVH

La Biblioteca de Babel fue un relato escrito por Borges en 1941.
1 + 9 + 4 + 1 = 13
Tal vez, el eco cansado de las paredes hexagonales devuelva al místico La Palabra y el orden, o tal vez no.
El místico contempló una sombra en la pared que sumaba 13.
En su cárcel de palabras y números, el místico recordó su nombre: Jaromir Hladík.
Ahora, siempre, recordó que una bala atravesó su pecho y recodó estar jugando en una biblioteca imaginaria y estar leyendo y estar vivo y estar, por fin, ver caer la nieve sobre su cadaver.

domingo, febrero 08, 2009

Bellas Mentiras


"Las Mil y Una Noches” surge como la mentira de una mentirosa encerrada en un texto de mil rostros. Fue el sultán Shahriar quien, tras descubrir el adulterio de su mujer, decide asesinarla y pedir una mujer por noche al visir (claro está, para posteriormente asesinarlas a la mañana). Las noches de diversión y las mañanas de júbilo terminan cuando aparece Sherezade quien, gracias a la narración de un cuento, logra entretener al buen hombre y así salvar la vida..

He aquí donde comienzan nuestras “Las Mil y Una Noches” y he aquí donde comienza nuestro número cuatro. Los relatos irán desde la tragedia hasta el drama pasando por algunos relatos humorísticos; nuestra narración comienza de la mano de Isabel Allende y nos despierta entre los sueños de Alix O`toole y Sergio Rodríguez. Quizá nos despertemos entre las esculturas de Janinne Wolfsohn o en un barco de la mano de esos navegantes del Palomar o entre un arpa mágica. Ya se escuchan los acordes, ya el sultán espera atento una nueva historia.
Tres años (y varios hijos) llevaron a nuestra contadora de historias a mundos perdidos y encuentros inesperados a través de esa tan comentada estructura encajada, a través de falsedades de traducción y verdaderas búsquedas bibliófagas. Borges miente de nuevo e incluye un nuevo texto, esta vez de ese su heterónimo llamado Borges en ese relato tan erótico como malsano, tan diferente como extraño como buscado como encontrado y reencontrado y muerto cada mañana otra vez para volver a renacer en la imaginación de los mentirosos, en la verdad de las palabras.
Como sucede con otros también famosos libros, “Las Mil y Una Noches” nos ha llegado gracias a esfuerzos varios, unas veces tejidos con medias mentiras, otras con medias verdades (como los famosos cuentos de Aladino, Ali Babá o el mismo SImbad, que según algunos estudiosos parece que no formaron nunca parte de la recopilación original, sino que fueron añadidos de Antoine Galland). Y es que tal vez la fascinación que aún hoy nos envuelve en torno a este texto persa tiene que ver con ese mismo misterio que una noche trataron de resolver otros famosos heterónimos llamados Guillermo de Baskerville y Adzo de Melk: ¿dónde está la verdad? Ya lo dijo el famoso florentino. Y es que el arte, siempre, no es más que una bella mentira y una traducción sobre una traducción de un original perdido. Tal vez algún día, en una biblioteca que soñó un poeta, un novelista encuentre una historia dentro de una historia y quizá ésta nos lleve, tejida entre mentiras y falsedades idiomáticas, a esa gran verdad que sólo la luz de un antiguo candil puede enseñarnos: que la vida es ilusión y que sólo la imaginación puede llevarnos a vivir un día más, a amanecer y mirar el futuro despacio tras los ojos de una contadora de historias que lucha por conservar su vida con la única arma que les es dada empuñar a los gigantes, La Palabra.
Otra vez, un viaje dentro de un viaje…, otra vez nuestra imagen reflejada en el muro opaco y candente de las palabras que se deslizan, atentas y enfermas, al suave transcurrir del relato eterno, fiel y mentiroso, tan sincero como el amor de Sherezade tras el irónico cuchillo del lector dispuesto siempre de esa nuestra Luna llamada Yareah.