viernes, julio 16, 2010

El diablo enamorado de Jacques Cazotte, visto por Martín Cid




Situémonos, amigo lector... Francia, siglo XVIII. Sí, es el denominado "siglo de las luces" y otros apelativos históricos que tan bien sirven en los libros de texto. Pues bien, hoy toca hablar de un autor poco conocido, muy citado en los anales de la literatura ocultista, desconocido para el gran público y tachado de "amable y original" por sus contemporáneos.

"El diablo enamorado" es un ejercicio de excentricidad para la época y una novela amable para nuestros días. Bien, he aquí que exponemos las ideas comúnmente aceptadas sobre el término. Se han vertido también lo que se suelen llamar "ríos de tinta" sobre este texto en particular. ¿Por qué? Bien, parece ser que la novela contiene una trama cabalística interna y desvela misterios que las sociedades ocultas de la época pretendía no desvelar. Adivinen qué sucedió: persecución y demás mandangas (aunque pensamos que al propio Cazotte no le haría demasiada gracia su propio ahorcamiento).

¿Quién era Cazotte? ¿El espíritu burlesco del que nos hablan las biografías? ¿El ser profundamente sabio y versado en literatura oculta que nos han querido hacer ver? Probablemente se trate de un ilusionista, eso sólo y nada más, citando a otro famoso ilusionista posterior. Extravagante, polifacético... un autor de ideología monárquica (uy, uy, uy..., que quizá el ahorcamiento sobrevenga por otros motivos... no, amigo lector, este narrador está bromeando, no podría ser de otra manera). Jaques Cazotte era un buen padre de familia, contemporáneo de Saint Germain y Caligostro. Dicen que predijo su propia muerte y la Revolución... Ilusiones, como todo, pero el mundo es más bonito con ilusiones, ¿no les parece?

Argumento: Don Álvaro, un noble español, por dárselas de "machito" va con unos "amigos" a "invocar" a un "alma innoble". Total: Se aparece el "diablo" en forma de monstruo. Don Álvaro (buenos puros, por cierto) se pone "chulito" y le "sugiere" que adopte una "forma" más "servicial". ¿Cómo sigue? Biondetta (forma que el diablo adopta para agradar a Don Álvaro) se muestra servicial, sumisa, complaciente (así se suponen que tenían que ser las muejres en siglos pasados para "pescar" un buen marido: Hay buenas costumbres que ójala no se hubiesen perdido)... Don Álvaro parece sentir compasión por ella y la toma bajo su protección, ya que Biondetta ha adquirido cualidades humanas, y parece sentir verdadera "pasión" por el caballero español.

Durante la novela, nos encontraremos...
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http://www.martincid.com/CriticaLiterariaCazotteDiabloEnamorado.php

1 comentario:

JM Martínez Valdueza dijo...

Creo que la cabeza de este hombre más que sostener su cuerpo inerte rodó espantada del tajo al suelo gritando con sus ojos ¡ya lo sabía! hasta la pringosa bota jacobina que la detuvo en seco escupiéndola en el cesto. ¡A la salud de Jacques y a la tuya! ¡Por nuestras luces y también por nuestras sombras!